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Silky terrier - Descubre esta curiosa raza

Silky terrier - Descubre esta curiosa raza

Lobo Azul |

Cuando vemos al Silky terrier o Australian Silky, enseguida pensamos que estamos ante un Yorkshire terrier un poco más grande, lo que se debe a que esta raza inglesa tiene mucho que ver con el Silky, aunque lo cierto es que son dos perros que poseen algunas diferencias entre ellos.

  • Peso: de 3,5 a 5 kilos
  • Tipo de pelo: largo, fino y muy suave
  • Carácter: curioso, activo y fiel
  • Salud: fuerte, con algún problema típico de las razas pequeñas
  • Esperanza de vida: alrededor de 15 años

Orígenes

Nos tenemos que remontar al siglo XIX con el fin de conocer los orígenes de este perro, que fue creado en Australia y la razón difiere según dónde busquemos información.

En unos lugares, en la misma Wikipedia, vemos que sus orígenes fueron como perro para exterminar roedores, pero en otros nos comentan que se originó por los cruces que hizo un criador inglés que emigró a Australia.

Allí cruzó algunos terriers con otros como el Yorki y el Terrier Australiano, obteniendo el Silky el cual gustó mucho fuera de Australia, tanto que ya en el 1900 tenía su primer estándar.

Parece que este criador, llamado Macarthur Little, no quería obtener una raza nueva, sino poder seleccionar un terrier con pelo liso y suave, en lugar de con el pelo enmarañado y duro, característico de las razas del grupo.

Ahora mismo el Silky terrier es una de las razas de perros reconocida por la FCI, la cual lo clasifica como un perro de trabajo, aunque lo cierto es que su apariencia es la de uno más de los perros de compañía que existe, algo que nos puede engañar, puesto que sí que es un animal de trabajo.

Características

Las características del Sedoso Australiano, otro de los nombres con los que se conoce a este perro, no difieren mucho de las del Yorki, tanto que es muy complicado distinguirlo de este para un ojo que no sea experto.

Es un perro de pequeño tamaño y muy compacto, ya que no suelen superar los 26 cm a la cruz en el caso de los machos, así como es complicado que sobrepasen los 5 kilos, siendo los 4 kilos uno de los pesos más comunes.

Visto desde lejos nos da la sensación de ser un perro refinado y elegante, algo que se confirma cuando nos acercamos a él. Si lo tocamos, nos damos cuenta de que tiene una musculatura fuerte bajo ese manto y que sus mandíbulas son poderosas.

Su cabeza es de tamaño medio con respecto a su cuerpo, los ojos son ovalados y pequeños, mientras que las orejas tienen forma de V, están erguidas y nunca deben presentar pelo largo.

Los ojos son una de las claves a la hora de diferenciarlo del Yorkshire terrier, pues mientras que los de este son redondos, los del Silky terrier son ovalados. Además, el cuerpo del Terrier Sedoso es menos alargado y más fuerte.

¿Cómo es su pelo?

El pelo es muy importante en el Silky, puesto que se trata de una de sus características principales. Así, es largo a la vez que le deja moverse y nunca cubre los ojos.

En las orejas, como ya hemos visto y en las patas, el pelo debe ser corto a diferencia del manto en el resto del cuerpo.

Hay pocos colores aceptados, en concreto cualquier azul y fuego, prefiriéndose tonos intensos y bien definidos dispuestos conforme dicta el estándar.

Para finalizar, hay que aclarar que no es raro que los cachorros nazcan de color negro en lugar de azul, que irá cambiando conforme pasen los meses. De hecho, se dice que el tono máximo de azul que va a tener un perro se puede ver cuando este tiene 18 meses.

Carácter del Silky

A pesar de que hay diversidad de opiniones, parece que la raza sí que se dedicó un tiempo a matar roedores, así como a avisar de la presencia de intrusos con el fin de que perros más grandes se encargasen de la amenaza.

Si el Terrier Sedoso no vivió este estilo de vida, sí que fue la manera en la que se desarrollaron las razas que lo crearon durante siglos, así que ese instinto siempre está ahí.

¿Qué significa eso? Pues que pese a que tiene toda la apariencia del típico animal que pasa la vida durmiendo en su cama, lo cierto es que es un perro de trabajo que tiene un enorme instinto cazador.

Por eso, no es la mejor raza para vivir con otras mascotas, de forma que si tenemos gatos, conejos, pequeños roedores, etc., quizá deberíamos pensar en otro perro que se lleve bien con ellos.

Pese a este instinto cazador, el Silky es un animal de compañía excelente, pues es muy leal con su familia, tanto que pese a su pequeño tamaño los protege de los extraños siempre que tiene ocasión.

Aquí podemos hablar de un exceso de territorialidad que debe tratarse desde cachorro, socializándolo a edades tempranas con el fin de que no se convierta en un animal demasiado agresivo.

Lo podemos llevar a los parques para que esté con otros perros de su tamaño una vez cumplido con el ciclo de las vacunas, lo que lo ayudará a saber relacionarse y a convivir sin pelearse. Del mismo modo, hay que tratar de exponerlo a los gatos y corregir sus reacciones si no son las adecuadas.

Cuidados

Empezamos por lo evidente que es el mantenimiento de su pelo, el cual requiere de un trabajo intenso que consiste en peinarlo a diario, llegando a hacerlo dos veces al día en época de muda.

Para ello, lo mejor es consultar con un peluquero canino, el cual nos explicará la manera de peinarlo y qué tipo de accesorios usar con la idea de evitar que se formen nudos sin romper el pelo, que es muy fino.

A la hora de lavarlo hay que hacerlo con un champú para perros de pelo largo, mejor si lleva acondicionador, puesto que así peinarlo será más sencillo. Si es posible, elegiremos un día soleado, pues secarlo con un secador puede ser un proceso bastante tedioso tanto para el perro como para nosotros.

Otra parte fundamental en el cuidado de esta raza tiene que ver con el ejercicio. Debe pasear varias veces a menudo, pues pese a su tamaño es muy activo y necesita el aire libre y correr. De lo contrario, los problemas de obesidad no tardarán en aparecer.

Con el ejercicio también hay que ayudarle a que tenga la mente ocupada, ya que esta raza es muy inteligente e inquieta. De este modo, se pueden practicar juegos de enriquecimiento ambiental e incluso de agudeza mental, en los cuales seguro que nos sorprenderá.

Alimentación

La alimentación no es complicada siempre que tengamos en cuenta que tiene cierta tendencia a engordar, así que habrá que tener cuidado con las cantidades, aunque el ejercicio ayuda a que esto no suceda.

Por supuesto, escogeremos un pienso destinado a las razas pequeñas, ya que es el que mejor le va por el tamaño de la croqueta y por su composición.

Nos servirá cualquier marca premium, aunque si queremos podemos comprar uno específico para el Yorkshire terrier, que es la raza que más se le asemeja en cuanto a constitución y peso, pero no es necesario.

Habrá que estar atentos a la báscula, de forma que debemos respetar las cantidades que pauta el fabricante e ir comprobando el peso del animal, avisando al veterinario si vemos que nuestro ejemplar tiene tendencia a engordar.

En este caso, una de las soluciones es pasar a un pienso light o bajo en calorías, con una mayor cantidad de fibra, consiguiendo así que el Silky coma y se sacie, pero sin ingerir demasiada energía, algo que siempre haremos tras hablar con el veterinario.  

Salud del Silky Terrier

Dado su origen, el Sedoso de Australia es un perro muy fuerte y con una salud de hierro. De hecho, no es nada extraño que los ejemplares de la raza lleguen a los quince años sin demasiados achaques.

Eso sí, como todo perro de talla pequeña siempre tendrá disposición a sufrir enfermedades del tipo de las luxaciones de rótula y los problemas asociados a ella, cuando esta parte de la articulación se desplaza.

Es un proceso doloroso y si ocurre veremos cómo el perro llega a cojear o incluso no puede sostenerse sobre esa pata, de forma que habrá que ir al veterinario, en donde se suele curar con medicamentos.

Cuando las luxaciones se repiten y son más graves, sí que es posible que el perro tenga que pasar por el quirófano, aunque esto no es lo más habitual.

Otra enfermedad de los huesos, que tiene cierta incidencia en la raza, es la de Legg-Calvé-Perthe. Bajo este nombre tan largo, se esconde una patología que ataca a los perros jóvenes y que necrosa la cabeza del fémur provocando una cojera acusada, aunque tiene tratamiento.

No hay que olvidarse de la alopecia, que también padece el Silky terrier con cierta frecuencia, pese a que aquí no hay solo una causa y puede deberse a muchas como las ambientales, los parásitos, alergias alimentarias, etc.

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