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Lebrel Escocés: Belleza, velocidad y elegancia en un solo perro

Lebrel Escocés: Belleza, velocidad y elegancia en un solo perro

Lobo Azul |

El Lebrel Escocés es un perro desconocido para el gran público, ya que no es común verlo fuera de su país natal, en donde los lebreles escoceses se han convertido en perfectos perros de compañía, los cuales no han perdido su instinto de caza.

  • Peso: alrededor de 45 kilos
  • Tipo de pelo: largo y duro
  • Carácter: tranquilo y sociable
  • Salud: excelente
  • Esperanza de vida: de 8 a 10 años

Orígenes

Como pasa con muchas razas de perros, el origen del Lebrel Escocés no está nada claro, aunque por su apariencia parece que viene del mismo tronco que el galgo inglés, al que se asemeja bastante.

La creencia es que procede de la misma línea de sangre que el galgo inglés, pero que el escocés evolucionó hacia un mayor tamaño y un pelo más largo por el clima de las tierras altas escocesas, en donde hace mucho frío.

Su tamaño también estaría relacionado con el uso que se hacía de este perro, pues a diferencia de otros galgos, no se dedicaba a cazar liebres, sino que cazaba ciervos. De hecho, era tan apreciado que todos los jefes de los clanes escoceses tenían varios.

Con el paso de los siglos estuvo a punto de la extinción, pues la aparición y el desarrollo de las armas de fuego cambiaron la manera de cazar ciervos. A esto también contribuyó la desaparición del sistema de clanes y el vallado de las granjas.

Tanto es así, que cerca del año 1800 apenas había unos pocos ejemplares, aunque por suerte hubo aficionados que recuperaron esta raza, consiguiendo que llegase hasta nuestros días.

Hoy su función es la de ser un perro de compañía excelente en su país de origen, ya que no es muy conocido fuera de Escocia.

Características principales

Lo primero que destaca del Lebrel Escocés es su tamaño, pues se clasifica como una raza gigante. Al ser un galgo, el cuerpo es muy delgado y las patas largas, aunque da la sensación de ser fuerte.

Por la longitud de sus patas parece un perro desgarbado, pero no opinaremos lo mismo si lo vemos correr, cuando nos deja impresionados el comprobar cómo se mueve un perro que supera los 70 cm y que llega a los 45 kilos.

Tiene una cabeza alargada al igual que el hocico, poderoso y con una mordida en tijera que le ayudaba a la hora de cazar.

Sus orejas se levantan plegadas cuando el perro está en plena actividad, pero van dobladas hacia atrás si permanece en reposo.

En cuanto al pelo, se admiten tonos diferentes de grises. También puede ser rojo arena o fuego, amarillo o leonado. El manto es áspero, largo, desgreñado, formando bigote y barba, lo que le da una expresión de lo más peculiar.

Carácter

Podemos definir al Lebrel Escocés como a un perro tranquilo, muy sociable y cariñoso con las personas y los perros, aunque dada su fuerza y su tamaño, conviene hacer un trabajo de socialización con el cachorro desde edades muy tempranas.

Son buenos compañeros de los niños si se han socializado bien, pero cuando son adultos son muy amigos de la paz y la tranquilidad, lo que significa que hay que proporcionarles espacios en los que les sea posible refugiarse a descansar.

Con otros perros son muy sociables, de manera que son buenos candidatos para vivir en una casa en la que ya hay otros canes, aunque esto cambia con los animales más pequeños.

A pesar de que ya no se emplea en la caza, su instinto cazador está muy presente. Eso significa que puede intentar cazar a otros animales de pequeño tamaño, entre los cuales están los gatos e incluso las razas de perro miniatura, por lo que hay que tener cuidado.

Dado que es un perro con mucha fuerza, se debe adiestrar en positivo desde que es joven, ya que eso facilitará su manejo cuando sea adulto.

No hace falta trabajar con el fin de ganar un concurso de obediencia, pero sí que debe aprender las órdenes básicas como sentarse, tumbarse, parar o venir a la llamada, lo que nos hará más fácil la vida diaria con él.

Cuidados

Entre los principales cuidados que hay que darle está el ejercicio. No deja de ser un lebrel de gran tamaño, de manera que necesita correr todos los días en grandes espacios.

Esto significa que no debe vivir en un piso, pues su hábitat natural está en una casa en el campo, aunque no es un perro de jardín al que podamos apartar de los humanos. Siempre pide el cariño de los suyos y por eso tiene que estar siempre junto a la familia.

Otro de los cuidados está relacionado con la zona en la que duerme. Aquí, debemos ponerle una cama, pues de lo contrario sufrirá callos y llagas en las patas, las cuales se producen si duerme en un sitio duro.

Es algo que le ocurre a la mayoría de los perros de gran tamaño, pues su peso hace que existan puntos de presión cuando se tumban en el suelo.

El pelo necesita atención constante

Aunque parece que el pelo no va a requerir nuestra atención, esto no es así. De hecho, habrá que cepillarlo cada dos días y a diario cuando mude. Además, por su tipo de pelo es un habitual de las peluquerías caninas, en donde le harán el trimming y el stripping de manera ocasional.

Ambas técnicas consisten en arrancar el pelo, lo que es muy común en los perros de pelo duro como el Lebrel Escocés.

Debemos espaciar los baños lo máximo posible y cuando salimos al campo, siempre es bueno revisar el pelo por si trae parásitos, raspas, trozos de rama, etc.

Alimentación

Como en todas las razas gigantes o de tamaño grande, la alimentación es fundamental a la hora de que exista un buen desarrollo corporal. Por eso, y aunque siempre hay que cuidarla, es muy importante ser rigurosos con ella cuando son cachorros.

En este momento, y de manera muy rápida, el Lebrel Escocés debe producir una enorme cantidad de hueso y musculatura, por lo que habrá que proporcionarle nutrientes con el fin de que pueda hacerlo.

Hay que darle un pienso específico para razas gigantes

Dentro del mercado de piensos para perros encontraremos una variedad enorme, pero en el caso que nos ocupa nos interesan los específicos para los perros de raza gigante.

Estos piensos se formulan de acuerdo a los requerimientos nutricionales de estas razas, por lo que desde que el Lebrel Escocés es un cachorro habrá que alimentarlo con pienso de este tipo.

Las marcas tienen en cuenta cómo debe ser el tamaño de la croqueta, qué elementos necesitan los perros en cada parte de su vida, pueden concentrar los nutrientes con el fin de que las raciones sean menores, etc.

Por suerte, ahora mismo es muy sencillo encontrar un pienso para cada una de las etapas de la vida del Lebrel Escocés, siempre eligiendo los que sean de mayor calidad por su composición.

¿Cómo escogemos un pienso de calidad?

Elegir un buen pienso es más sencillo de lo que pensamos. Podemos optar por comprar uno de marca reconocida, pero lo cierto es que basta con que miremos su lista de ingredientes.

Los de buena calidad tendrán carne apta para consumo humano. En la etiqueta, los ingredientes se reflejan de forma que cuanto antes aparecen más cantidad de producto hay.

Así, el primer elemento debe ser la carne y el pienso será mejor si no lleva maíz, cebada o trigo, cambiando esta fuente de hidratos de carbono por otras más idóneas como la patata.

Salud

La salud del Lebrel Escocés es muy fuerte. De hecho, a diferencia de lo que ocurre con otras razas, aquí no vamos a encontrar apenas enfermedades específicas, a excepción del cáncer de huesos.

Torsión de estómago

Uno de los problemas de salud más temidos por los dueños de razas de perro gigantes es la torsión de estómago, que se da cuando este gira sobre sí mismo por un debilitamiento de los tendones que lo sujetan.

Es mortal si no se trata a tiempo, hay que actuar muy deprisa, y aunque no se sabe mucho parece que los atracones de comida contribuyen a que ocurra.

Por eso, lo mejor será dar al Lebrel Escocés la alimentación repartida en varias raciones, nunca antes de salir al campo.

Displasia de cadera

Otra de las enfermedades que sufren las razas gigantes es la displasia de cadera, que se produce cuando la articulación del fémur no encaja bien en la cadera.

Tiene varias causas, pero casi siempre son genéticas y por ello conviene asegurarnos de que los padres del cachorro que llevamos a casa estén libres de la enfermedad, algo que hoy es muy sencillo de certificar.

También puede surgir por causas ambientales, como el exceso de peso u obligar al animal a hacer demasiado ejercicio cuando está creciendo, de manera que hay que tener cuidado.

Dependiendo del grado de la displasia, sus síntomas se pueden paliar con medicamentos, pero en los casos más graves el perro deberá pasar por el quirófano.

Cáncer de huesos

El cáncer de huesos es la única enfermedad que afecta más de lo normal al Lebrel Escocés, o dicho de otro modo, a la que es propenso por su raza.

Se trata de un tipo de cáncer muy agresivo que se ve más en los perros de raza grande que en los de pequeño tamaño, y que suele matar al animal en un año en el mejor de los casos, siempre que se le dé radioterapia.

A veces se puede parar amputando la extremidad afectada, si el cáncer está ahí, pero lo cierto es que una vez que se detecta lo mejor es que nos vayamos haciendo a la idea de que a nuestro amigo le queda poco tiempo de vida.

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